17 de diciembre de 2023

*fragmento de catarsis
Cierre de año en incertidumbre e inseguridad. Como regalo, la agudización de los sentidos frente a lo simple, el ritual, el abrazo, la contemplación. La fuerza del duelo en el perdón y honra a quienes fueron y fuimos, se abren líneas de tiempo con cada lágrima frente a la espiral de tiempo que nos consume y multiplica. La gratitud por un presente Aleph que todo lo abarca, el lloro y suspiro que no podrían situarse en un extremo u otro, simultáneamente conteniendo lo bello y lo atroz. La dualidad en su máxima expresión, que tira, tira hasta romper. Allí abrir, expandirse, diluirse. No hay inicio ni conclusión, un desgarrador y dulce deshacerse en que cada respiro es un milagro. La simulación se recrudece, los espejos nos sumergen en profundidades reveladoras, se hace corriente lo estancado y nos balanceamos entre vértigo y poesía. En una postal escribía: bitterness and pain defy me to find poetry and beauty within. May we all find the peace that awaits us. El desapego, la amorosidad que no reniega de lo imperfecto, habitar la materialidad desde sus contradicciones sin sacrificar la solidaridad y la ternura. Conmoverse con el dolor, construir la fe que nos fue quitada. Navegar la existencia resistiendo a sentir la realidad como externa, pues nos contiene y recíprocamente la afectamos y reproducimos. Si nada es eterno, el aquí y ahora -en que constantemente dejamos de ser y devenimos- es rescate de la vorágine mental y sus invenciones que nos distraen de lo mágico alrededor, de la liviandad de la aceptación de un cosmos inexplicable por la razón occidental que nos oprime al negar nuestra pertenencia a un mundo viviente y universo consciente. Se abren caminos a nuevas racionalidades y sensibilidades, no sin la destrucción ya en curso, ¿Sí la ves? Se siente, se niega, nos rompe, deforma. Nos seguiremos encontrando hasta reunirnos en el todo de armonía geométrica que es el vacío potencial, en las tripas sentimos la inevitabilidad de la muerte, sagrada maestra que nos constituye humildes, efímeros, absurdos. Suavicemos nuestros sistemas nerviosos, sostengamos la danza y risa como revolución, defendamos el amor como bandera última.

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