Sobre el proyecto de Milei en Argentina
Un suspiro y el aturdimiento del pensamiento político
- Orquesta de lo humano
- El problema de los clásicos
- El triunfo de Milei o la derrota de los demás
- Pesimismo apocaliptico
- ¿El retorno del consejo político?
- Sobre el riesgo de la atomización y la concentración
- Girando en el aire la moneda
1.
Existir se ha convertido en un ejercicio de dialéctica a través de los años, reconocerse en los espejos que nos muestran los vínculos en los que llegamos a exponer auténticas inquietudes y reflexiones.
Es un gusto en tanto la realidad no es nunca abarcable a través de la percepción de un sujeto en particular y mutuamente vamos expandiendo y profundizando en el entendimiento de este complejo sistema que el humano ha orquestado.
Sistema creado no sólo en relación al control y dominación de las amenazas naturales (aparentemente generando desequilibrios con nuevas y distintas amenazas), tan bien problematizado por Kusch(1), en la transición de la vulnerabilidad frente a la violenta e impredecible naturaleza, a las murallas de la ciudad que buscan controlar lo incontenible, sino en relación a la dominación política. La conformación de los Estado Nación proclamó el monopolio del uso de la violencia legítima casi cumpliendo la añoranza Maquiavélica(2) por la unidad, frente a la crudeza de la realidad efectiva. En palabras de Aristóteles(3) “el hombre, que cuando ha alcanzado toda la perfección es el primero de los animales, es el último cuando vive sin leyes y sin justicia”.
2.
La complejidad del pensamiento sobre las formas de manifestación de la organización de lo común, se suma a conversaciones que agregan cantidad de supuestos sobre los pensadores clásicos, consensos sobre debates del pensamiento político tradicional que quizás sean restrictivos en sí para interpretar la realidad actual.
Sí considero que se deben buscar trazos de problemáticas comunes a la condición humana, y que se debe estudiar como ejercicio de construcción de expansión y rigurosidad, sin embargo, siento un llamado cada vez más fuerte a pensar sobre si existirán en el mediano plazo las condiciones para que esos modelos de pensamiento de la comunidad humana puedan ser posibles. El cambio es tan radical, que requiere de percibir la necesidad de abrir lugar para la creatividad política, de reconocer una ventana de oportunidad de posibilidades inciertas, desconocidas, difíciles de encuadrar en lo previamente conocido.
3.
Una de estas tantas posibilidades fue el triunfo de Milei en la última elección nacional en Argentina. Que, vale la pena reconocer, fue y continúa siendo un triunfo que habla de mucho más que del triunfo en sí mismo.
La significancia es referida a una transparencia de lo que la realidad efectivamente es, el develamiento de opiniones y fuerzas contenidas que no podían canalizarse en las instituciones políticas existentes, incluyendo las ideológicas.
Es también, un espejo a las fuerzas que no se identifican con Milei, para reconocer que no abarcan la totalidad, y que su discurso no es absoluto. No me interesa aquí indagar en qué posición es mejor o advocar a favor de una o la otra. No porque no tenga un posicionamiento si no porque pareciera que es momento de pensar en aquello que pueda ser superador, aquello que establezca un diálogo humilde, sensible, en un tejido de redes que quizás sea mucho más frágil de lo que se creía.
Si un posible futuro apocalíptico encuentra a la humanidad en su pleno desarrollo tecnológico, sin posibilidad de que todas las personas puedan ser efectivamente cuidadas, abrazadas, incentivadas a realizarse como parte de un entorno virtuoso, ¿cómo se re-crearían las instancias de inter-relación, debate público y decisión colectiva? ¿existe la posibilidad de que lo corporativo absorba a lo político y esto qué querría decir?
Probablemente no mucho más que Elon Musk sorteando un millón de dólares por día para apoyar la campaña de Trump, ni su llegada a la dirección de organismos del Estado.
Probablemente no mucho más que un anarco libertario impulsado por la democracia para erradicar al Estado.
Probablemente no mucho más que la gestión de lo público a través de fondos fiduciarios, como lo es el caso de Santi Maratea. El futuro que está empezando hace rato.
Las ideas la escuela de la Nueva Gestión Pública, que planteaban pensar a lo público más allá de los estatal, para incluir a las agencias, las organizaciones civiles, los movimientos sociales, fundaciones, actores locales e internacionales que operen como participantes en la gestión de lo público y lo político, pareciera haberse esparcido, la “publicitación” como transferencia del sector estatal al sector público no estatal (Bresser Pereira, 1998).
Claro que hay limitaciones. La redefinición del concepto de Estado según su innecesaridad, a veces esconde una reconversión (reconversión también en disputa o interpretación, según sea proteccionista o desreguladora) que no necesariamente lo elimina, si no que sostiene estructuras que sean consideradas útiles por lo equipos que estén en la gestión. A su vez, la verdadera política, la internacional, pareciera que seguirá anclando, al menos en el mediano plazo, en las relaciones multilaterales de unidades nacionales.
Nos ha forzado la realidad efectiva, a ser más valientes en la crítica y la reflexión, y quizás también, a entender que debe ser apropiada en una praxis colectiva de pensamiento político común.
El concepto de formación política se tornó más serio y protagonista, así como el de comunicación política. La labor de las ciencias y técnicas de quienes estudian lo social, en parte son bastardeadas, en parte son reivindicadas por su potencialidad, luego redirigida para lograr determinadas metas, como tan eficientemente lo ha logrado Santiago Caputto.
El comportamiento direccionado es un riesgo generalizado (y hablo de todas las opiniones en el campo de la información), y plantea la necesidad de y el poder en generar formación política que permita accionar de manera más soberana en los entornos de tecnologías de la comunicación.
6.
Por el proceso de la pandemia de covid, se aceleró un desarrollo de la digitalización (comunicacional, laboral, estatal, bancaria, comercial) que lejos de suceder de manera gradual y/o equitativa, se impuso en un contexto de crecimiento de la tecnología y la inteligencia artificial, un estrechamiento del mercado laboral mundial y una mayor autonomía e independencia de los grandes capitales, de la necesidad de una clase trabajadora y del ejército de reserva.
Los sistemas políticos se han construido para lograr consensos y orden que permitan el beneficio equilibrado de los diferentes sectores de una sociedad. La desigualdad extrema en la concentración de capital genera personajes con demasiado poder, frente al cual se encontrarán personas que no sólo quedan indefensas si no que le son indiferentes, en tanto ya no las necesita como fuerza de trabajo y para la reproducción de la fuerza de trabajo. Allí es posible que ya no sea necesario negociar determinadas condiciones de vida mínima. Las personas pueden simplemente ser desplazadas del sistema, son dispensables. A su vez, esas personas, lejos de tener instancias de encuentro para construir una identidad, subjetividad ni mucho menos acción común, se encuentran distanciadas no sólo por la creciente digitalización sino también por la asolación que genera la crisis de salud mental. En este sentido, y frente al desmantelamiento de lo estatal y de lo público, permanece la interrogante sobre lo político y de qué manera se canalizará.
Tampoco considero que los capitalismos tardíos tienen necesariamente una forma específica frente a otras y que lo descripto es inevitable. Existe un modelo de mundo en el que pocas corporaciones, concentran la mayor cantidad de capital posible, con estructuras cada vez más marginales de lo estatal, cada vez más débil frente a la organización de los capitales privados. Pero también existen en este mismo mundo y linea histórica modelos anticolonialistas, que reivindican la soberanía de los pueblos, en defensa del bienestar de las personas como meta última y con el Estado como estructura de gobiernos y garante de derechos.
Por sobre todas las cosas, al análisis tradicional que sí es indispensable, es necesario sumarle una apertura que posibilite acuerdos y nuevas estrategias para el cuidado y el amor. En un momento clave, de transición del orden nacional e internacional, lo que se avecina es desconocido. Repensar las posibilidades de formación, acción y comunicación política, no sólo desde la praxis si no también desde la crítica al sustento. Observar la reorganización, el movimiento de la distribución del capital y la fuerza de trabajo más que sentenciar desde lo rígido o estático, ya sea sobre un proyecto social o una creencia construida. Observar las grietas en las que puedan crearse estrategias para no entregarse a la resignación de que la vida está perdida o ya no importa, y la destrucción está garantizada. Rastrear y recuperar imágenes vinculadas a lo orgánico. Lo terapéutico. Lo auténtico. Lo confiable. Lo humilde. Lo solidario. Lo cálido. Por sobre todo, espacios seguros para el diálogo y la valentía. La valentía y autenticidad que supo tener y construir Milei, nos la debemos también quienes seguimos en búsqueda.
Referencias
- Kusch, R. (1962). América Profunda.
- Maquiavelo, N. (1532). El Príncipe
- Aristóteles. (330 a.C.) La Política.
- Bresser Pereira, L.C. (1998). La reforma del Estado en los años noventa. Lógica y Mecanismos de Control. Desarrollo económico, (28), 150.